AMLO le da alas a “El Mencho” Ya aflojó y se le ve afligid

                    El Estado y su aparato político se desmoronan, pero la corrupción avanza a velocidad turbo en la Corta Transformación.

Previo a una conferencia mañanera, el “caudillo” profiere: que se vayan todos los que quieran.

Yo necesito más lealtad que cualquier otra cosa, incluso que capacidad.

Si se van todos, no hay problema, puedo gobernar solo.

“Pido lealtad a ciegas al proyecto de transformación porque el pueblo me eligió para eso, para llevar a cabo un proyecto de transformación, para acabar con la corrupción, para acabar con los abusos, para llevar a cabo un gobierno sobrio, para hacer justicia… esto es un apostolado, y hay que resistir, porque el que se aflige, se afloja”.

Y hoy lo vemos afligido.

Aflojado.

Aparato chusco de persecución política

Por la corrupción aquí ya se instaló un capitalismo salvaje de favoritos que está funcionando a las mil maravillas, por encima de cualquier mecanismo de distribución del ingreso, mejor que cualquier política social, que cualquier política industrial o de infraestructura.

Quien no se pliegue a esos requerimientos, desde ahora podemos decir que será bruja cazada por el SAT, delincuente de cuello blanco, enemigo de la Corta Transformación, amenazado recurrentemente cada “mañanera” por un aparato chusco de persecución que no tiene dientes ni voluntad política para llegar algún día a debutar con éxito.

Construido verbalmente sólo para propósitos electorales entre los chairos.

“La administración pública exige mucha entrega y fatigas… hay gente muy buena, honesta, con convicciones, inteligentes, pero no se les da lo del trabajo como servidor público‎”, opina.

Y se le ve fatigado.

Como que la administración pública no es lo suyo.

Que lo que le gusta y no le cansa es pueblear.

Comer caldos grasosos y garnachas en fondas a la orilla de las carreteras.

Eso es lo suyo.

Pío López y Lozoya, casos idénticos

Porfirio Muñoz Ledo, el profeta de “la Corta Transformación para décadas de vida”, defiende lo indefendible: el asunto de la corrupción del hermano incómodo, Pío López, es infinitamente menor que los miles de millones de Lozoya.

No son lo mismo, dice.

Eso es lo que hace la gente para adular, finalmente para ser inservibles a la Nación.

Porque sí son idénticos.

Ambos siguen en la impunidad.

Y aquí estamos.

Por eso estamos.

Dice una cosa y hace lo contrario

En cualquier otro lado ya hubieran amarrado al sujeto de Palacio Nacional, aquí no.

El coro de lamesuelas comparte los mismos afanes, por ambición o por miedo.

Faltan las voces sensatas, los que les recuerden que vivimos en este planeta en inminente riesgo de extinción.

Que somos de carne y hueso.

Que la gente come, que no vive de latiguillos oratorios bufos.

“Ellos –los enemigos de la Corta Transformación— están reaccionando de esta manera porque vamos hacia adelante, es decir se va transformado el país, y que se sepa, nunca vamos a restringir las libertades, no va a haber censura, no va a haber persecución a nadie, se va a garantizar la libre manifestación de las ideas, la libertad de expresión”.

Pero el sonsonete chusco del “caudillo” es desmentido cada minuto por su realidad circundante.

Se persigue a los libres, se denuesta y se golpea a los manifestantes, se cerca y se secuestra a los diferentes.

Pura pinche contradicción.

¿No cree usted?

Indicios

¿Y a qué hora vamos a empezar a hablar de los problemas de la gente? Las “mañaneras”, al parecer el único acto ¿de gobierno? de la 4T, sólo se dedican a tratar asuntos que sólo les conciernen a los políticos y a los partidos. Los problemas de la gente se acumulan sin soluciones, y el “caudillo” sólo parlotea de lo que a él personalmente le afecta como, por ejemplo, qué periódico lo critica, qué columnista lo evidencia, qué… Eso de “primero los pobres” fue cuento de campaña electoral que, como usted sabe, se hace en verso, para después actuar en prosa. * * * Valga por hoy. Le deseo, como siempre, ¡buenas gracias y muchos, muchos días!